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9 de junio de 2024

Etapa 1.Camino de Santiago 2024. De Roncesvalles a Zubiri

Etapa 1. Camino de Santiago. 
De Roncesvalles a Zubiri. 25 Km.
9 de junio de 2024.  

¿Dónde comienza el Camino de Santiago? Hay una enorme lista de caminos históricos, pero yo creo que el Camino empieza y termina en mi casa y por tanto debería salir de Camarma de Esteruelas, pero la verdad es que no me atraía nada en absoluto comenzar a andar por las transitadas carreteras que rodean Madrid, así que elegí el Camino  Navarro, desde Roncesvalles, porque no le encuentro sentido a o que llaman Camino Francés, que empieza dos etapas antes a pie del Pirineo francés, en Saint-Jean-a-Pied-de-Port.

A las 11 salimos en coche desde Pamplona y una hora más tarde ya estoy listo para salir con mochila completa, bastones, buen calzado, manga larga y poncho; Si, poncho, porque esta diluviando, hace viento y frío. Sello mi credencial de peregrino en La Posada de Roncesvalles después de un café calentito y, sin tiempo para descubrir el Silo de Carlomagno ni la Real Colegiata de Santa María, el domingo 9 de junio de 2024 a las doce de la mañana, inicio mi primer Camino de Santiago. Faltan 755 Km para llegar.
Es tarde y está lloviendo con lo que parece un pueblo fantasma, y ya los primeros metros del sendero  discurren por el frondoso bosque de Sorgnaritzaga (Bosque de las brujas, famoso por sus akelarres), cuyas hayas, abetos, acebos y robles forman una cúpula de hojas que hacen que parezca que ya está anocheciendo; por cierto, entre las ramas veo a pasar a Val con el coche, saludándome con la mano por la ventana; La voy a echar de menos.
Aprovecho la soledad para meditar, o reflexionar, mientras ando, aprovechando que tengo tu imagen en mi mente. Pero me resulta imposible porque hay demasiados estímulos que me desconcentran: que roble tan bonito, es enorme, la lluvia es fresca y con el aire el poncho se me pega a la piel, hola Dani, el sendero es estrecho y sinuoso, vaya barrizal, no puedo evitar reírme solo, el sendero va cuesta abajo y resbala, vaya patinazo, esos nubarrones me encantan, no hay webs a que llueva más fuerte, qué tal estás, cómo pesa la mochila, debería haber echo un poco más de preparación, joé la p.ta mochila!, mira qué pajarillo, en el último cruce no había señal y me he perdido, soy un inútil jeje, media vuelta ¡ar!. Y así tres horas hasta que veo al primer ser humano caminando delante de mí. 

El rezagado va andando despacio, con un poncho que le llega hasta los tobillos, arrastrando un poco los pies, y sombrero de ala ancha; según me voy acercando pienso que el peregrino se ha tomado un carajillo en cada pueblo por el que hemos pasado porque va haciendo eses, pero no, cuando llego a su lado veo que es un señor, con aspecto de ser del far west, y que ya no cumple los 80. Me extraña verlo solo y me emociona un poco su valentía, así que en ese momento incumplo mi más sagrada promesa, la soledad y el silencio, y decido caminar un rato a su lado y entablar conversación -raro en mi-.
Pruebo en español,
- Hola, cómo estás, me llamo Erik.
Me contesta en español, con acento americano del centro sur de Oklahoma,
- Hola, soy John, estoy ok.
- De dónde eres?
- Soy americano de Alaska.
Silencio largo.
- Y qué es lo que más te gusta del camino?
- El silencio del bosque.
  Uaa, uaaa, uaaaa...

Me quedo ojiplático, le deseo buen camino y continúo el mío a mi ritmillo, que es 0,5 km/h más rápido que el suyo. 

Pues nada, sigo inmerso en mis más profundos pensamientos: las botas son buenas, los claveles de ese balcón son preciosos, qué bonito está el campo, muuu vaaaaca.

Y según pasan las horas, en ruta veo monumentos como la Cruz de Roldán, tumba del Comandante de Carlomagno (Leyenda) y atravieso pueblos como Burguete, famoso porque era lugar de reposo de  Heminway después de los Sanfermines.

Ahora bajo patinando por el barro, ahora subo por la colina dela muerte hasta el Alto de Mezkiritz. Más adelantome me avituallo de agua y algo de comer en Gerendiain, un agradable pueblo de casas de piedra y madera, y hierba, hierba verde esmeralda por todos los sitios. No para de llover.

Y por fin la última bajada del día, 4 Km de pedregoso y sinuoso sendero que es una fábrica de hacer esguinces de tobillo, si no se presta atención. Tras cruzar el puente de La Rabia sobre el río Arga llego a Zubiri, fin de etapa, que ya está bien!
Son las 5 de la tarde y, sin pensarlo mucho y con la mochila a la chepa, me dirijo al albergue municipal de Zubiri. Hasta ese momento mi preferencia era 90% hotel con SPA y 10% albergue, pero mi opinión cambió al ver un sitio limpio y tranquilo, a pesar de estar alojados unos 70 peregrinos, en su mayoría jovencitos con la batería medio llena, cuando la mía lleva un rato haciendo "piiii". Por 14€ me asignan una litera en la primera planta en una habitación con 8 literas, pero solo estábamos dos; menos mal que estoy en la cama de abajo, porque no me veo escalando a la cama de arriba. Mi compañera de habitación es una señora rumana que solo hablaba rumano, fin de la conversación.

Una duchita y salgo a buscar el bar más próximo para cenar, pero no encuentro ninguno en un radio de 25 m y llegar a él merecería llamarlo segunda etapa del camino, porque voy andando con la espalda doblada 10⁰ a la derecha y 20⁰ al frente, y las rodillas arqueadas como si llevase debajo un pony invisible.

A las 10 silencio y cierre de puertas del albergue, y a las 9 de la mañana tiene que estar vacío.
Mi previsión es diana a las 7 y salida a las 8.
Mañana os cuento. 

Todas las etapas en estos enlaces 👇🏽 

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